Madrid, 4 de marzo de 2021.- Las empresas españolas todavía tienen mucho camino que recorrer en lo referente a agilidad corporativa, según el informe “Índice de Madurez Agile” realizado por la consultora Opinno en colaboración con Workday en más de 20 países y a más de 600 empresas, de las cuales 260 son españolas. En este estudio, diferentes perfiles dentro de la empresa, como CEOs, CIOs, CMOs o CTOs han formado parte del diagnóstico y se han analizado temas como la relación entre antigüedad de la organización y su nivel de agilidad, los sectores que llevan la delantera en términos de agilidad organizacional o cómo es percibida la cultura corporativa desde la perspectiva de la transformación.
La competitividad de las empresas hoy se enfrenta a una serie de nuevos retos: falta de velocidad a la hora de generar y mejorar los modelos de negocio, distancia entre la estrategia y los equipos, desencuentro entre el negocio y la tecnología, arquitecturas técnicas envejecidas, frágiles y costosas, un talento desmotivado y unas capacidades obsoletas.
“El modelo Agile nace como respuesta a estos desafíos” apunta Pedro Moneo, fundador y CEO de Opinno, “y su adopción permite a las empresas ser más rápidas y ágiles para adaptarse a las necesidades y prioridades de cada momento, reduciendo el time to market de los productos y servicios, aumentando el valor que se entrega a los clientes y reduciendo el riesgo de los proyectos”.
Según Adolfo Pellicer, Country Manager de Workday para España y Portugal, “hay cinco comportamientos clave que son cruciales para lograr la agilidad organizativa: la planificación continua, clave para ayudar a las organizaciones a reaccionar rápidamente ante las cambiantes condiciones del mercado y las posibles amenazas para el negocio; contar con estructuras y procesos ágiles, que permitan reajustar rápidamente sus dos activos más importantes —los recursos humanos y las finanzas—para poder responder a las necesidades de la organización; creación de una fuerza laboral para el futuro; capacitar la toma de decisiones, facilitando la información adecuada en cada momento; y mediciones y controles sólidos, precisos y oportunos”.
El índice apunta que el 62,5% de las organizaciones con más de 50.000 empleados ya están trabajando de forma Agile. Si embargo, también alerta que las organizaciones de entre 16 y 50 años de antigüedad son las más rezagadas: aunque hayan iniciado su transformación, solo aproximadamente el 6% han alcanzado unos parámetros adecuados. Sin embargo, las organizaciones pequeñas, que nacen con espíritu Agile, deben seguir fortaleciendo esta filosofía y asegurarse de continuar creciendo en este aspecto.